De acuerdo con las previsiones del sector industrial, los dos únicos ingenios que no cierran aún la zafra azucarera 2018, La Florida y La Providencia, mantendrán la molienda hasta los primeros días de la segunda quincena de noviembre. La primera compañía anticipó a LA GACETA que aún tiene disponible unas 80.000 toneladas de caña para alimentar a sus trapiches, en tanto que ocurriría algo similar con la otra fábrica del sur provincial.
De acuerdo con los números del Instituto de Promoción de Azúcar y Alcohol de Tucumán (Ipaat) para la actual zafra, las fábricas todavía en actividad podrían llegar a fabricar 8.000 y 7.000 toneladas de azúcar (La Florida y La Providencia, respectivamente), por lo que la zafra de este año redondearía una producción total de azúcares estimada en 1.365.230 toneladas.
Comparando las cifras de las zafras anteriores, la que está terminando será superior en casi un 4% respecto de la de 2017, mientras que la de 2018 será menor en un 14% en relación con las cifras obtenidas en 2016.
Esta última referencia fue récord histórico en la provincia, con una producción de 1.611.060 toneladas de azúcar. Ese año las condiciones climáticas en casi toda la provincia fueron óptimas, e incluso no se registraron heladas ni lluvias copiosas. También ayudaron los rindes fabriles, que fueron superiores.
Incidencias
En cambio, este año las distintas contingencias climáticas y los efectos negativos de las heladas de invierno, provocaron los vaivenes hacia la baja en las producciones en las principales fábricas.
En algún punto de equilibrio, el ingenio Concepción fue el de mejor funcionamiento y producción este año: superó en 15.000 toneladas la elaboración de azúcar de 2017, pero estuvo unas 60.000 toneladas por debajo de lo logrado en la zafra de 2016.
Entre las fábricas que este año lograron superar las producciones de 2017 y principalmente la de la producción récord, de los 15 ingenios, figuran La Florida, Santa Rosa, Bella Vista y La Corona.
La peor performance fue la del ingenio San Juan, que molió apenas siete días y llegó a elaborar 352 toneladas de azúcar. El año anterior había fabricado 25.506 toneladas más. De acuerdo con los trascendidos, no se resuelve aún el litigio judicial en cuanto a la propiedad y su futura explotación e inversores.
Otros ingenios que tuvieron dificultades en esta zafra y terminaron abruptamente la molienda, son el Santa Bárbara y Ñuñorco. Ambas compañías venían incumpliendo con el pago a los productores cañeros, y transcendió que al parecer también habría problemas en el directorio por los desmanejos económicos. Otra versión indica que la firma Ledesma estaría negociando la compra de las dos fábricas, para poder desembarcar definitivamente en Tucumán.
Santa Bárbara fabricó en 2018 un poco más de la mitad que en 2017, mientras que Ñuñorco superó en casi 3.000 toneladas a los números obtenidos el año pasado.
Respecto de la producción de alcohol, todos los ingenios que lo producen cumplieron con la cuota estipulada. Este año se llegará a elaborar unos 250 millones de litros.
“El ingenio será una usina”
“Tenemos caña en pie para moler, por eso estimo que la zafra del ingenio La Florida durará, si ayuda el tiempo, unos 10 días más”, aseguró a LA GACETA el propietario de la firma Los Balcanes SA, Jorge Rocchia Ferro. Precisó que en la zafra de este año se cumplirán las estimaciones que la firma había proyectado para este año. Y anticipó que hasta fines de 2019, a través de la Compañía Eléctrica “La Florida”, se cogenerá 15 megavatios para proveer a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (Cammesa). En esta nueva inversión del grupo empresario tucumano, se producirá esta energía renovable para completar, hasta fines de 2020, el proyecto de cogenerar 45 mergavatios. “Obviamente, a esta producción se sumarían otros 19 megavatios que produciría la empresa Genneia (otra compañía energética del grupo), para terminar el proyecto de vinaza cero. La tecnología es brasilera, y ejecución estuvo a cargo de la firma Di Bacco”, remarcó Rocchia Ferro, luego de apuntar que la inversión rondó los U$S 80 millones (capital propio). Finalmente, el empresario reiteró que dentro de la diversificación planeada, el ingenio dejó de ser tal para terminar “transformado en una usina, ya que en ese establecimiento se elaborará azúcar, alcohol para biocombustibles y ahora se cogenerá energía para abastecer al consumo de la red nacional”.
“La situación es muy difícil”
El presidente de UCIT, Sergio Fara, consideró que el final de la zafra encuentra a los cañeros, especialmente a los pequeños, en una “situación muy difícil”. “Esto merece la reflexión de parte de los sectores gubernamental e industrial, “respecto de generar políticas diferenciales para los miles de cañeros chicos de Tucumán”. Sobre el actual estado de situación, el dirigente señaló al bajo precio de la bolsa de azúcar como el factor que los “perjudicó enormemente”. “Hay muchos productores con problemas por esa desigualdad entre los fertilizantes y agroquímicos que necesita y que se compran a valor dólar, mientras el azúcar se paga en pesos”, afirmó. También hizo referencia a la suba constante de los combustibles, y a la nueva carga de costos que implican los $ 4 por dólar de impuesto a la exportación de azúcar, gravamen que dispuso el Gobierno nacional para compensar los ajustes presupuestarios. “Esta imposición hay que evaluarla en el contexto de un precio mundial de quebranto, y de un mercado interno donde hay que sostener el precio. Por eso es importante que las 360.000 toneladas de excedente de los ingenios tucumanos vayan para alcohol, ya que a nivel país son unas 560.000 toneladas, incluidos los del norte”. Respecto de la relación de los cañeros con las industrial, Fara afirmó que aún les adeudan el pago del azúcar de exportación por la caña entregada (la retención del 14% de lo exporta el ingenio).
El cañero espera la emergencia agropecuaria; hay más de 4.000 minifundistas en Tucumán
El balance de la actividad azucarera de Tucumán refleja que el estancamiento del precio del azúcar en esta zafra, puso al sector en general y al cañero en particular, frente al desequilibrio por el aumento constante de los precios de los insumos, la mayoría dolarizados. En la actividad azucarera, la principal de la economía tucumana, trabajan más de 30.000 personas en forma directa, mientras que otras 60.000 en forma indirecta. A su vez, otro componente de la actividad son los 15 ingenios que reciben y procesan la materia prima de 6.367 productores de caña de azúcar, de los cuales 4.193 (equivale al 65,8%) son pequeños, algunos con menos de 10 hectáreas cultivadas. De acuerdo con los los relevamientos, esos pequeños productores atraviesan una crisis que desde UCIT la califican de “terminal”. En la ecuación de los minifundistas, cuesta más la cosecha y el flete al ingenio, que las bolsas de azúcar que cobrarán de los ingenios. Además, en muchos casos, no tienen acceso al financiamiento bancario por morosidad o por las altas tasas de interés. De manera que los problemas se agravan porque los tiempos corren y las tareas de acondicionamiento de los campos y las renovaciones de los cañaverales se atrasan. Por estos días todos miran hacia la Legislatura, en espera de que llegue la noticia de la extensión de la emergencia agropecuaria para este castigado sector de la economía tucumana.